El joven internacionalista Eduardo Mendoza Vargas habla sobre la forma en que la censura indirecta afecta a los medios locales y nacionales en pleno siglo XXI, “Ejercer el rol de periodista y comunicador no es una tarea fácil y más en un país en donde desde hace décadas la censura indirecta ha ido tomando terrenos inimaginables al grado de convertirse en ALTO RIESGO”.
De acuerdo con el artículo 6 y 7 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos Toda persona tiene derecho al libre acceso a información plural y oportuna, así como a buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole por cualquier medio de expresión.
“Este tipo de violencia hacia las y los periodistas no es cosa nueva pues desde el año 1932 cuando Narciso Bassols, Secretario de Educación impuesto por el expresidente Plutarco Elías Calles en aquel entonces mandó a inhabilitar la Revista EXAMEN por publicar un ensayo del escritor Samuel Ramos en donde hacía alusión a su complejo de inferioridad”.
Eduardo Mendoza señalo que esta pequeña reseña histórica, se ha venido repitiendo a lo largo de los años, actualmente los medios electrónicos han venido a cambiar la forma en como nos comunicamos y accedemos a la información, ya que cualquier persona puede ver varias versiones de una misma noticias, dependiendo del enfoque como se maneje, y esa es la tarea más importante de los diversos medios de comunicación, el dar a las y los ciudadanos la información, el cómo de forma “responsable” la use, es responsabilidad de nosotros. El ejercer de manera indirecta la censura violentado los derechos de las y los periodistas solo por no publicar lo que los gobiernos en turno quieren escuchar, es un error que nos puede costar la libertad de pensar y decidir, sería retroceder más de treinta años en los derechos que tanto nos ha costado ganar.
Finalmente, el también activista y rescatista animal asegura que está bien ser crítico y analítico, al final es decisión y responsabilidad de cada persona lo que quiere leer, escuchar y compartir, pero también asegura que aún faltan políticas públicas integrales que aborde los temas de violencia, el uso del presupuesto público en la comunicación de forma responsable y equitativa, el que ratifique la protección de todas y todos los periodistas, porque decirle “Chayotero y vendido” o a insinuar en “desaparecer” a algún medio de medio de comunicación que realizó una crítica a un punto de vista contrario a nuestras creencias o publique una nota donde pueda exhibir un acto o delito, es igual que insultar los oficios que realizamos día con día todas y todos los ciudadanos.
Respetemos y dignifiquemos todos juntos la titánica labor que los medios de comunicación hacen, estamos en pleno siglo XXI en donde el tema de la censura ya no debería de existir.